La conservación del vino es fundamental para que sus propiedades no se pierdan y podamos disfrutarlo, ¿sabes cuánto tiempo puede durar una botella de vino en la nevera?

Pero, además, el vino destaca por encima de los otros productos centrales de estas fechas por ser un regalo perfecto.

El vino es una fantástica elección para disfrutar, siempre con moderación, acompañando a cualquier comida, sobre todo cuando lo hacemos en alguna ocasión especial con pareja, familia y/o amigos.

Sin embargo, es cierto que, en muchas ocasiones, las botellas de vino no suelen terminarse o, incluso, algunas de ellas no llegan a salir siquiera a la mesa y la nevera se convierte en el aliado de estas para conservarlas.

Por este motivo, en este post vamos a contarte cuánto tiempo y de qué forma, dependiendo del tipo de vino, puedes conservar una botella de vino en tu nevera sin que afecte a sus cualidades.

Conservación del vino en botella cerrada

El vino sin abrir puede envejecer en botella, siempre que no sea un vino joven porque no está preparado para ello. En este sentido, la conservación del vino sin abrir en botella variará dependiendo del tipo de vino. Encontramos las siguientes diferencias:

Botella de vino blanco: El vino blanco joven, es aconsejable consumirlo entre un año y dos desde su embotellado. En cambio si ha tenido paso por barrica su longevidad se alarga hasta tres o cinco años.

Botella de vino tinto: Si el vino es joven, su conservación puede ser de dos años desde su embotellado. Si se trata de un vino con crianza esta conservación se alarga entre dos y cinco años y si estamos ante un reserva este periodo se amplía entre seis y diez años.

Los buenos vinos tienen la capacidad de aguantar durante mucho tiempo, siempre que las condiciones sean las adecuadas. Siguiendo las directrices de conservación podría aguantar entre 10 y 20 años.

Y por último tenemos el flamante vino Fondillón de Alicante, que como no podía ser de otra manera, su exclusividad lo hace único también en cuanto a su conservación en botella, ya que tras permanecer en tonel monovero un mínimo de 10 años antes de salir al mercado, puede ser conservado en botella durante toda la vida sin que sus cualidades se vean afectadas.

Conservación del vino en botella abierta

Si, por el contrario, la botella ya ha sido abierta pero no se ha terminado, la conservación será fundamental, ya que al abrirla son muchas las propiedades del vino que debemos cuidar a fin de poder volver a disfrutarlas en la siguiente ocasión.

En este sentido, el oxígeno, el color del vino, las bacterias, la luz…se verán inevitablemente afectadas con el paso del tiempo una vez abramos una botella. Por este motivo, si abrimos la botella, por ejemplo, una noche, consumirla en la comida del día siguiente sería lo más aconsejable para que sus cualidades no se vean afectadas.

Asimismo, como hemos hecho con anterioridad con las botellas de vino cerradas, vamos a repasar lo que ocurriría dependiendo del tipo de vino con una botella ya abierta.

Botella de vino blanco y vino rosado: Entre tres y cuatro días podrían mantenerse en condiciones óptimas.

Botella de vino tinto: Si estamos ante un vino joven, el máximo podrían ser seis días, pero si ha tenido crianza en barrica, no es aconsejable más de 3 días

En cuanto al Fondillón de Alicante, su singularidad vuelve a hacerse patente en este apartado y una vez abierta la botella puede permanecer inalterable toda la vida, lo que nos permite disfrutar de una copita en cualquier momento, cerrar la botella con su corcho o tapón de cortesía, guardarla en un lugar apropiado y volver a disfrutar de otra copa en cualquier momento.

Como hemos señalado, estos serían los días que aguantarían las botellas sin pérdida de propiedades, pero también, tal y como antes hemos indicado, será muy relevante el estado y forma de conservación de las botellas. Dos consejos fundamentales serán aislar el vino del exterior con un tapón hermético y meterlo en una cava de vino o en su defecto en la nevera.

¿Cómo saber si un vino está malo?

Cuando un vino no está en condiciones para ser consumido es fácilmente reconocible por su sabor, pero existen muchas maneras para saber si no está bueno, aunque siempre depende del tipo de vino y no se puede generalizar, algunos datos como estos podrían ayudarnos a detectarlo:

  • Color: Si el color es marrón y este no es el color del vino en origen, posiblemente se haya oxidado y no esté bueno. Por su parte, el vino blanco joven, se vuelve de un tono más dorado y esto puede ser un indicativo .
  • Olor: Antes de probarlo, quizá, esta sea la mejor manera de conocer el estado del vino. Si este no es agradable y tiene un ligero olor a vinagre, es probable que el vino se haya puesto malo.
  • Corcho: Si el corcho pierde sus propiedades aislantes, el vino se pondrá malo. Por este motivo es necesario conservarlo tumbado. Si el vino logra filtrarse a través del corcho, es mala señal. También sabemos que no está en condiciones cuando el corcho se deshace al abrirlo, ya que esto nos indicará que el corcho ha perdido su función aislante al no estar en condiciones y con la apertura se termina desmenuzando.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.