Tras los populares proyectos fotovoltaicos de Murcia, con más de 1000 hectáreas, y la mayor planta de Europa en Cáceres, ahora las placas solares amenazan a la zona de Alicante
La alteración del precio de la energía ha impulsado a las energías renovables en España. Una situación que, sumada a la menor rentabilidad de las áreas vinícolas frente a aquellas que apuestan por las placas solares, afecta directamente al sector del vino en nuestro país.
Ya en el pasado mes de marzo de este 2022, los ayuntamientos de la parte del Alto y Medio Vinalopó reconocieron la existencia de varias solicitudes por parte de grandes inversores en energías renovables. Unas demandas alentadas por la situación energética española, así como los incentivos económicos para llevar a cabo esta transición.
Es por ello, que alarmados por la situación de transformación paisajística, la Ruta del Vino de Alicante y la propia DOP Uva De Mesa Embolsada Vinalopó elaboraron una publicación en defensa de sus viñedos.
Placas fotovoltaicas vs viñedos
En la localidad de Villena se cuenta hasta veinte proyectos fotovoltaicos, siete más en Monóvar, otros cinco en Castalla y tres en Salinas… una proliferación de este tipo de paisaje de placas solares que empuja al desahucio de las vides históricas de esta zona.
Un posible adiós al paisaje vitivinícola tradicional, pero también la extinción en estos campos de otras especies como olivares y almendros.
Y es que, a pesar de que sea esta zona la que hoy alerte de la situación, son muchas las partes de nuestro país que están alerta ante el incremento de estos campos de placas solares en detrimento de áreas agrícolas relevantes, ya sea por vino como por otros cultivos tradicionalmente importantes.