“Me encanta poder ser el guardián de grandes y viejos Fondillones”

 


Mi trayectoria

En mi último año de estudios de enología, tuve la suerte de colaborar con Marcos Eguren en sus vinos de Rioja, Sierra Cantabria y San Vicente. Pasé casi todo el verano y toda la vendimia hasta finales de noviembre en San Vicente de la Sonsierra. También le acompañé en los inicios de su proyecto de Toro, cuando aún no tenían bodega en la zona. Fue el “boom” de Toro con el Numanthia. En aquella época, el año 1998, todos los bodegueros se fijaron en la zona.

Salvador Poveda Historia Fondillon

Sólo terminar mis estudios, quería ampliar mi experiencia y pude embarcarme en el proyecto de Pablo Eguzkizar y Telmo Rodríguez en Toro. Entre 1999 y 2001 trabajé para la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez durante los que me dediqué a hacer los controles de madurez de la uva que recibía a diario desde Toro, Cigales, Rueda y Ribera del Duero. Con ellos, elaboré muchos vinos en Rueda, Toro y Ribera, blancos y tintos muy especiales. En el 2000 elaboramos juntos en Alicante el primer Borrasca y el primer Toscar, que fueron los primeros Monastrell modernos elaborados con conciencia en Alicante.

Después he colaborado y asesorado muchos proyectos de vinos en la zona y también algunos de elaboración de cervezas. Todo compaginado con mi trabajo en Salvador Poveda.

¿Cuándo despertó tu pasión por el mundo del vino?

Pues nací en una bodega y de niño no tenía mucho interés porque lo veía a diario. Pero a partir de mis estudios de enología, me enamoré.

¿Cuál es la tarea que como enólogo disfrutas más?

La época de elaboración sin duda, estrés y adrenalina a tope.

¿Con qué varietal de uva te quedarías y por qué?

Por supuesto con la Monastrell,  una uva muy especial, comparable en calidad y evolución a las grandes uvas del mundo y muy por encima de todas en circunstancias adversas.

¿Qué es lo que más te gusta del proyecto de Bodegas Monóvar?

Me encanta poder hacer que la Monastrell se exprese hasta su grado máximo en todos los sentidos. Pero sobre todo por poder ser el guardián de grandes y viejos Fondillones.

¿Qué nos puedes contar sobre los vinos de Bodegas Monóvar para 2017?

En general la calidad de la cosecha del 2016 hará que subamos un peldaño, pero sobre todo la aplicación de las normas de calidad y el trabajo en armonía de todos los enólogos del grupo, nos aporta un extra que dará consistencia a todos nuestros vinos. Los TR con una crianza ligera en todas sus variedades, el Riesling que este año es el mejor desde hace muchos y por supuesto el nuevo Borrasca que duerme en sus barricas para despertar en unos meses.Y para el final lo mejor, los Fondillones que están por venir, serán varios y  todos muy especiales.

¿Qué hace especiales a los vinos de Bodegas Monóvar? 

Sobre todo la variedad de ellos, podemos “jugar” a ensamblar los vinos buscando que sean singulares y casi ilimitados. Pero la joya es la colección de toneles con los mejores Fondillones del mundo. Con añadas comprendidas entre 1930 y 2016.

Un maridaje que no falla.

Fondillón 1996 de Bodegas Monóvar con Panettone chocolate y naranja de Raúl Asencio Pastelerías

¿Con qué personalidad le gustaría tomarse una copa de vino?

Con Francisco Javier de Balmis, que vivió la época de esplendor del Fondillón y como buen alicantino seguro que disfrutó de él en sus expediciones a América.

¿Cuál es tu momento favorito para disfrutar de una copa de vino?

Cualquiera con amigos. Pero las copas que mejor me saben son las de sobremesa.

Tu época favorita en el viñedo.

Después del envero, finales de julio y principios de agosto.