El enoturismo sigue siendo una de las principales tendencias de turismo temático en nuestro país. Estas escapadas, también organizadas por las bodegas singulares de MGWines, se han popularizado tanto en los últimos años, que la asistencia a la Ruta del Vino de España superó los 2,7 millones de personas el año pasado. Esto se debe a que, a pesar de ser una motivación importante, el atractivo de estas rutas va más allá de la cata de los vinos.
Desde pasear por los viñedos hasta visitar las más innovadoras instalaciones, el proceso de la elaboración de esta bebida es toda una experiencia que los amantes del vino no pueden dejar escapar. Los packs enoturísticos a la carta de MGWines permiten elegir la opción más adecuada para cada persona, dependiendo de las actividades incluidas y lugar que se quiera visitar.
Una bodega para cada ocasión
Escoger el destino de una escapada enoturística puede depender de factores como el paisaje, la denominación de origen o las técnicas de elaboración. En MGWines ofrecemos una pequeña guía de nuestras bodegas singulares para que elegir el destino sea más fácil.
Nuestras Bodegas Sierra Salinas en Villena (Alicante) se caracterizan por su espectacular localización al sureste de la Península, donde el verdadero placer reside en disfrutar del paisaje alicantino desde el mirador de la bodega mientras se degustan los vinos. Las barricas de roble en las que reposa el vino proporcionan un toque muy especial a esta denominación de origen.
Por otra parte, Bodegas Lavia en Bullas (Murcia) en el Paraje del Pino, a los pies de la Sierra de Lavia, es un gran ejemplo de agricultura ecológica en la Región de Murcia. Los viñedos se cultivan con especial cuidado y consideración hacia el medioambiente, proporcionando uvas ecológicas con las que elaborar un vino de la variedad Monastrell de altura, a 800 metros sobre el nivel del mar, de alta calidad. Los depósitos, que son construidos con roble francés y acero inoxidable, están ideados para respetar la naturaleza de la zona de la mejor forma posible.
Techos de pizarra, algún peregrino de camino a Santiago y paisajes de una belleza inigualable rodean Bodegas Estefanía en Ponferrada (León). La bodega cuenta con un edificio singular, transformando una antigua lechería en lo que ahora es nuestra bodega, ensalzando la arquitectura tradicional de la zona.
Aquí, cada uva es seleccionada cuidadosamente para que la materia prima del vino, sea de máxima calidad, poniendo en valor la uva Mencía para los tintos Tilenus y Godello para los blancos.
Para degustar vino procesado de forma artesanal, la elección debe centrarse en Bodegas Monóvar en Alicante. Además, la bodega está construida siguiendo las líneas de la arquitectura tradicional. El proceso artesano del vino se extiende hasta la fabricación de las barricas, que salen de las manos de prestigiosos artesanos toneleros.
Su interior atesora los toneles monoveros de solera centenaria de una auténtica joya enológica de la Denominación de Origen de Alicante: el célebre vino Fondillón. Soleras que por su volumen, tradición y calidad son las más antiguas y prestigiosas existentes de un vino único con una dilatada reputación como vino singular y con más de cinco siglos de historia.
Por último, Bodegas Casa Corredor en Caudete (Albacete) ofrece la perfecta combinación entre tradición e innovación. La larga trayectoria de la bodega permite que el vino tenga sabores y aromas únicos, gracias al especial cuidado de las viñas.
El producto se deposita en barricas de roble francés y americano situadas en una excavación de roca de diez metros bajo el suelo.
Disfruto mucho de viajes en los que se presente la oportunidad de visitar una bodega o descubrir un buen vino. Este artículo me brinda las pautas a la hora de planificar mi próximo viaje.